Mi venganza, termina ahora
Llega a las Fósas de Tártaro y se enfrenta en una cruenta lucha al Titán Cronos, quien cree haber acabado con el espartano, pero este ocasiona un agujero en su estómago que lo debilita, para luego clavar la espada del Olimpo en su frente. Después se encuentra en los jardines superiores. Allí tiene una discusión con Hera, a quien termina matando por burlarse de Pandora. Kratos supera el Laberinto de Dédalo y destruye a los tres jueces para poder acceder a la Llama del Olimpo. Al llegar a ella, Pandora se intenta sacrificar pero Kratos la detiene, cuando ella lo hace entrar en razón y se decide a dirigirse a la Llama del Olimpo para poder causar su efecto, aparece Zeus, quién pelea con Kratos (cuya distracción provoca que Pandora logre su cometido) en tres ocasiones. En el final de la segunda batalla, aparece la Titanesa Gaia quién intenta acabar con ambos, pero tanto Kratos como Zeus logran escapar al interior de Gaia donde tiene lugar la tercera y última batalla. Kratos asesina a Gaia y cree asesinar al Padre de los Dioses, que luego emerge de los escombros para matar al espartano. Kratos se refugia en su mente, donde se presentan los viejos y malignos recuerdos que lo atormentan, pero allí se aparece Pandora y lo ayuda a perdonarse así mismo por todas las cosas malas que hizo en el pasado, liberando el poder de la esperanza que había permanecido oculto en él, después de eso Kratos vuelve a la realidad y finaliza su venganza asesinando violentamente a Zeus. Luego, Kratos se queda contemplando como quedo el mundo, cuando de pronto aparece Atenea exigiéndole el poder de la esperanza, que había usado para matar a Zeus, pero Kratos se niega y desenfunda la Espada del Olimpo, Atenea se queja al espartano de querer asesinarla de nuevo, pero Kratos no mata a la Diosa, sino que atraviesa la espada en su propio cuerpo, liberando la esperanza por todo el mundo. Al final, se puede apreciar que el cuerpo de Kratos no está, pero hay un rastro de sangre que apunta hacia el vacío y al mundo devastado por la muerte de los dioses.
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